
Expertos dudan de la garantía para el cumplimiento de acuerdos que se generen en las mesas técnicas entre el Gobierno y el movimiento indígena. Foto: Twitter del Ministerio de Gobierno
El Gobierno y el movimiento indígena marcaron la hoja de ruta de coordinación. Trabajarán en 10 mesas temáticas. Sin embargo, hay otros actores, los terceros involucrados. Expertos consultados analizan las posibilidades de actuación de esos otros actores en las mesas y la incidencia en la concreción de los acuerdos.
Las partes establecieron una mesa de coordinación, que se encargará de monitorear los avances y solucionar posibles conflictos. Estará conformada por un dirigente de cada una de las tres organizaciones indígenas (Conaie, Feine y Fenocín), dos representantes más, autoridades del Gobierno y de la Iglesia, según indicó el 7 de julio David De la Torre, secretario de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE).
También se acordó pedir la colaboración de las Universidades Salesiana, Católica y Central para que presidan las mesas técnicas y faciliten el diálogo.
Mientras el presidente de la Conaie, Leonidas Iza, espera que la Organización de Naciones Unidas y universidades acepten vigilar el proceso del diálogo en las mesas técnicas, el ministro de Gobierno señaló, en radio Única, que no hay problema en que existan más garantes.
Pero hay un error respecto a esas mesas que preocupa, según Arturo Moscoso, politólogo y director de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE). “Cualquiera que intervenga como garante, cómo va a garantizar que se cumplan esos acuerdos si es que los principales actores o sectores que deben cumplir, no están incluidos en las mesas. Puede venir el Papa a ser garante, pero si no hay involucramiento de los otros sectores que también tienen que cumplir con esos acuerdos, cómo les obligamos. Ahí está fallando esto”, evalúa.
Verónica Morales, jurista y docente universitaria, compara la situación actual con el diálogo tras las protestas de octubre del 2019. “Se llegaron a acuerdos que no se han cumplido. Qué garantía tenemos de que los acuerdos se vayan a cumplir o no esta vez. No existe porque la figura que se está utilizando no es una mediación legal”, sino que se trata de una conversación de “buena fe” entre las partes, cuestiona.
Por ello, los expertos insisten en que el proceso, por parte del Gobierno, se base en lo técnico. De lo contrario, en el futuro la vía de la exigibilidad será política, es decir la protesta social, apunta Morales.
Temas álgidos
El 13 de julio se instalarán las dos primeras mesas técnicas. Una para discutir la focalización de subsidios del precio de los combustibles y la otra para debatir lo relacionado a la banca pública y privada.
Moscoso dice que el Ejecutivo debe ir con la evidencia de los activos y pasivos del Estado, y que la focalización no debe ser solo para el sector indígena sino para otros que lo necesiten. Por ejemplo, el sector pesquero, las industrias, el transporte.
No obstante, hay que diferenciar entre actividades que requieren el subsidio como la agricultura, pero no para el agronegocio, según Morales.
Para el politólogo, es relevante que en estas mesas técnicas se cuente con la presencia de la Asamblea Nacional, así como de organizaciones privadas como la Asociación de Bancos del Ecuador (Asobanca) porque tendrán su rol. Por ejemplo, si en la segunda mesa temática se acuerda una condonación de deudas mayor a la de USD 3 000 que establece el Decreto Ejecutivo 456. “Hay terceros involucrados, no es una cosa que dependa solo del Gobierno o de la Conaie”, precisa.
Hace precisiones: la condonación en el sistema financiero público debe conllevar una verificación técnica, mientras que en la banca privada será complejo y se debe analizar su fortaleza para evitar una crisis. Morales estima que la demanda en este tema es justa por lo que el Ejecutivo debe presentar contrapropuestas: una moratoria de los intereses, condonación de deudas justificadas de hasta USD 3 000 en todo el sistema financiero, o entrega de bonos para paliar el peso de haber adquirido una deuda.
La docente cree que es oportuno que acudan a las mesas la Asamblea, la banca u otros sectores que no se sientan representados por la Conaie. “Sin embargo, debe quedar muy claro que el diálogo, con voz y decisión directa, se mantiene entre dos interlocutores: el Gobierno y Conaie”, recalca.